Hace solo semanas el mundo entero quedó paralizado ante dos crudos hechos policiales: en el primero, dos niñas estadounidenses apuñalaron a una compañera -que por milagro quedó viva-; en el segundo, una pequeña hizo lo mismo contra su madre, quien quedó gravemente herida. Ambos actos tienen un punto en común: se realizaron en pos de obedecer a un popular personaje ficticio, llamado Slenderman.

El llamado del sitio web tuvo sus primeros adherentes, entre ellos Eric Knudsen, quien ante el desafío mostró públicamente dos fotografías en las que se podía apreciar a un hombre de largas extremidades persiguiendo a unos niños, según indica el medio británico BBC.
El mito comenzaría de inmediato. En su relato ficticio, Knudsen aseguró que tanto a los menores de la imagen como a la persona que desapareció se les perdió el rastro para siempre.
Ante la creciente popularidad de este personaje inventado, los fanáticos e industrias del universo cibernético no perdieron el tiempo: rápidamente crearon juegos de consola, aplicaciones de celulares y videos en YouTube inspirados en él y su historia.
A la altura de grandes villanos y asesinos, Slenderman comenzó una travesía por otros portales comoCreepypasta, al que los usuarios reconocen que se encargó de esparcir la creencia. Allí, se pueden encontrar relatos ficticios que erizan la piel y dibujos que representan al hombre de largos brazos.

Lo preocupante es que ahora absolutamente todos tienen acceso a Internet, desde niños a ancianos. Lo anterior hizo difícil que algunos padres controlaran el acceso de sus hijos a los sitios con la historia del personaje, y que en los dos casos descritos los llevaron a experimentar deseos homicidas.
De acuerdo al profesor de folklore entrevistado por la BBC, Tom McKean, existe un terror innato en los padres pues sienten que poco o nada de control tienen sobre los que están viendo sus pequeños.
Por su parte, la profesora de la Universidad de Nueva York y encargada del área comunicacional, Trevor Blank, asegura que Slenderman es la muestra viva de cómo los mitos y las historias corren por Internet con una velocidad impresionante.
Los expertos advierten que después de estos intentos de homicidios pueden ocurrir dos efectos: o este personaje decae en popularidad o bien el miedo y las leyendas en torno a él van cambiando de enfoque. No obstante, auguran, historias como las de este persecutor de niños están lejos de desaparecer.