Entre la realidad y la ficción, los afectados por la porfiria sufrían la maldición de ser vampiros ante los ojos de los demás. Pero, ¿qué es exactamente la porfiria? Se trata de una enfermedad producida por la acumulación de dichos compuestos en el organismo. Esto produce el deterioro de la piel que se deforma y se cubre de ampollas y heridas, además de la deformación de los huesos.
Cuando se padece la enfermedad se recomienda una serie de medidas para paliar sus efectos o al menos reducirlos, independientemente de su tratamiento médico. Es justo aquí donde se relacionan fantasía y realidad. Los enfermos de porfiria deben protegerse de los rayos solares ya que estos producen un incremento de los efectos de la enfermedad sobre la piel.
A su vez, se pueden producir mutilaciones de orejas, nariz e incluso labios. Normalmente se desarrolla anemia, por lo que el enfermo presenta un aspecto practicamente cadavérico. Aunque no está comprobado científicamente, parece ser que las sustancias químicas de los ajos, incrementan el efecto de la luz solar sobre la piel.
Toda esta serie de características de la porfiria junto con el desconocimiento que generan este tipo de enfermedades, originaron que muchos enfermos sufrieran el rechazo de la sociedad que llega hasta nuestros días.
Polidori, Stroker, y tantos otros, bebieron de este compendio de factores para desarrollar sus obras. De ahí hasta la actualidad, la literatura se ha visto enriquecida con este tipo de personas, filón de grandes relatos.