Las leyendas chinas nos traen una raza de vampiros notablemente desdichada, llamada Xian Shi.
Se dice que el vampiro Xian Shi nace a partir de un acontecimiento bastante infrecuente en las mitologías de todo el mundo. Según los antiguos chinos todas las personas poseen dos almas. La primera, netamente física, se ocupa de las funciones orgánicas, y la otra, el P'O o segunda alma, reúne la esencia de una persona determinada; es, en definitiva, el núcleo de toda personalidad.
Ahora bien, según dice la leyenda el P'O a veces sufre horribles trastornos. Uno de ellos es que suele perderse en el camino hacia el más allá, retornando brevemente al cuerpo en donde habitó para intentar reanimarlo.
Al resultarle imposible, ya que el P'O solo se ocupa de funciones espirituales, logra en cambio despertar el alma animal del hombre. Es así como un cadáver se transforma en el vampiro Xian Shi. Pero la cosa no termina allí. El P'O es prolijamente eliminado del cuerpo luego de este despertar, y el alma animal se entroniza en todos los mecanismos motrices del desdichado.
Extrañamente, ninguna de las almas puede habitar en un cuerpo en ausencia de la otra, de manera que el resultado de este último desalojo es una criatura sanguinaria, bestial, perfectamente incapaz de sentir, hablar, o razonar siquiera primitivamente.
El vampiro Xian Shi necesita alimentarse diariamente de carne y sangre humana. Su vida de ultratumba es corta, ya que su cuerpo continúa el proceso de descomposición con toda rigurosidad, permitiéndole apenas unas semanas de vagabundeos y andanzas feroces, hasta que sus músculos finalmente se consumen y le impiden salir de su tumba.